Tus socios: Armas de doble filo

Gonzalo Velasco Publicado el 2017-08-23

En los Meetups que organizo mensualmente y por mis redes sociales este tema se ha vuelto el más consultado por lejos, así que aquí vamos.

Siempre he tenido buenos socios, pero he formado sociedades que han fracaso -y otras que han triunfado-. No tengo una regla, pero de mi experiencia personal estos serían mis consejos para que te jueguen a favor y no en contra. (Aclaración: Pueden ser malos consejos, solo que a mí me funcionan. Tómalos con pinzas).

‘¿VIVIR JUNTOS?’ CONVIVENCIA. Asociarte es casi como casarte con alguien, y esa no es una decisión que se toma sin conocer bien a alguien. Encontrar un formato de trabajo que permita iniciar un proyecto en conjunto sin haberse ya comprometido al 100% hace posible conocer más a fondo a la persona en un ambiente de trabajo, validar sus capacidades, qué tan bien se relacionan contigo, su inteligencia emocional, cómo es tomar decisiones con esta persona, su estilo de vida, etc.

‘TOMA LAS LLAVES DE MI CASA’: CONFIANZA. Si no confías en tu socio al 100%, tal sociedad está destinada al fracaso, porque tu atención no se enfocará en cómo hacerlo crecer, sino en cómo cuidarte las espaldas. Si bien es cierto siempre hay que tomar todas las medidas legales necesarias para proteger tu patrimonio y tu trabajo, esto no es algo que debe estar en tu mente siempre. Si todos los días piensas en cómo cuidarte o en un plan de salida, es un buen indicador de que esa sociedad no va a prosperar.

‘YO TAPO, TU METE GOL’: COMPLEMENTO. Si en una mesa de directorio de 10 todos están 100% de acuerdo siempre, entonces sobran nueve. Esta es quizás una de las razones más potentes para tener una sociedad; mientras mejor se complementan, más fuerza gana el equipo. El conflicto es bueno.

‘PARA FIN DE AÑO LA HACEMOS’: EXPECTATIVAS. Cuánto esperan que genere el negocio y en cuánto tiempo es un tema súper delicado. Si no están alineados, cuando se venza el plazo de uno de los socios o no se llegue a la meta esperada por él, comenzarán a haber problemas, porque este socio empezará a mirar hacia los lados para ver cómo acortar su duración o cómo dedicarle menos tiempo al proyecto para generar lo que esperaba tener en ese mismo lapso, pero como el otro socio está aún dentro de sus expectativas, este querrá seguir trabajando con la misma intensidad, y comenzarán las diferencias.

Yo casi siempre he emprendido con socios, creo que porque siempre me han gustado los juegos en equipo ya sean deportes o de computadora. Me divierto más así. Para mí, esta ha sido una de las principales claves para salir adelante empresarialmente. Puedes seguir estos consejos y también aprender como yo, equivocándome varias veces antes de ‘chuntarla’.

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Gonzalo Velasco: Emprendedor

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