NO HAY REGLAS

Gonzalo Velasco Publicado el 2017-01-26

Hubo un tiempo en el cual yo tenía una imagen muy estereotipada de lo que consistía ser un emprendedor con respecto a la manera que debía vestir, hablar, respirar… Y OJO, estoy hablando de hace 8 años atrás. En aquel tiempo, aquí en Perú, decías la palabra Startup y te preguntaban con qué se come. Yo tenía una (que fracasó) y ni sabía que se llamaba así; todos eran simplemente empresarios. En esos años yo veía El Aprendiz de Donald Trump y, como en el programa, sentía que era necesario usar terno, puesto que ¿quién le iba a prestar atención a un confundido de 18 años? La intención era parecer más tío, y lo hacía porque funcionaba.

Ahora son pocas las ocasiones que uso terno, pero no se confundan, me encanta usar terno, es solo que es poco práctico para mi día a día como ven en #GVONTHEGO. Y si bien cada vez me enfrento menos a la ‘primera impresión’ (que es importante, no se hueveen), es porque debe llegar un momento en que tu trabajo hable por ti, y no tu ropa, ni el terno, ni el uniforme de Steve Jobs. Cuando tratas de construir tu propio camino, tienes que ser astuto, tienes que aumentar tus probabilidades de éxito como puedas, pero no olvides lo más importante: TU TRABAJO y que tan bueno seas a lo que te dedicas. Si eres malo, no importa que te vistas como Tom Ford o El Causha, igual de nada te va a servir, estas destinado a perder.

Quiero aprovechar esta oportunidad y tu atención para alzar la alarma. Hay mucho Chollywood en el emprendimiento, mucho premio, mucha plata regalada a las ideas, mucha medalla por participar. Lo que hace falta es más T R A B A J O, más resultados, más clientes, más ventas… Si  seguimos premiando solamente ideas bonitas, estamos creando una legión de emprendedores débiles, engreídos y que no toman riesgos (no está mal buscar financiamiento, pero si todo depende solo de eso, no eres un emprendedor, sino un concursero). Los emprendedores bravos que yo conozco NO le tienen miedo a nada, se han entrenado en tierra caliente, sin plata para pagar alquiler, ganándose su reputación venta a venta, sin cobrar meses para pagar a su equipo. Vienen con cicatrices, huesos rotos y con peleas perdidas, tienen historias inspiradoras que contar, porque han vivido sus propias guerras. Los emprendedores no tienen toda la culpa de creer que todo es fácil, rápido y el éxito muchas veces depende de un golpe de suerte. Muchas veces nosotros tenemos la culpa al solo mostrarle nuestras victorias y no las caídas.

Volviendo al tema del artículo, no determines quien eres como emprendedor por lo que ves en la tele (o Youtube), sé como realmente eres, porque lo que uses no te define, sino tu trabajo, dedicación y esfuerzo. Solo así podrás entrar a una habitación con un terno de $2,000 o con jeans y polera sin que haga alguna diferencia, porque nada de eso determina tu capacidad de lograr resultados.

¿Sabes qué? Haz lo que quieras,  pero por favor, trabaja duro, ya ya.. el floro de “trabaja inteligente”, para mí, ese es un engañamuchacho para flojos, obviamente si trabajas duro también es inteligentemente, no vas a ser (el pata de pelo azul de X-Men), pero no escoges uno u otro.  Lo más importante, es que seas el mejor en tu chamba, destrúyela, ten resultados, lúchala, no te rindas, el resto es secundario. Vamos a formar una nueva legión de emprendedores, los que de verdad chambean, los que el país necesita.

¡A TRABAJAR!
 

 
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Gonzalo Velasco: Emprendedor

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